
La cultura de prevenir problemas en la ciudad requiere un cambio en la actitud de la comunidad.
Muchas veces nos quejamos de los accidentes, de lo descuidado de nuestro comportamiento. Pero una cosa es saber y otra nuestro accionar. Por que es fácil decir y actuar después de vivenciar después de ocurrido un accidente, e incluso se dice que se puede prevenir, o que era previsible.Pero en realidad es tan sencillo, o es que es necesario cambios radicales, quiebres culturales, bueno áreas que se deben explorar.Hace algún tiempo escribí un artículo que versaba sobre la irresponsabilidad y como esto influye en la comunidad y en la falta de políticas que impidan la reproducción de ciertas mecánicas (cita 1:Rail Road). Sin embargo no bastan las políticas, pues hace un unos dos meses (10 de nov. 2007) hubo un incendio en pleno centro donde se incendiaron varios locales comerciales en calle Bulnes con Rodríguez al frente de la galería Ñielol (supermercado Santa Isabel). Me recuerdo que algunos de estos locales eran unas farmacias, otro de venta de plástico, y un local de papas fritas donde se inicio el siniestro. Ese día hubo conmoción la gente se agolpo en el lugar, los locatarios trataron de rescatar lo máximo posible.
Bueno ya han pasado dos meses, dice el dicho que el tiempo cura todo, ahora uno pasa por lugar y todavía están los escombros, pero ya nadie toma en cuenta una cornisa que está a medio colgar y cada vez que paso por el lugar veo que su inclinación cada vez es mayor, lo que significa que puede caer en cualquier momento, esto puede ser o no, ya que no está en mi expertice el medir los riesgos estructurales en construcciones.Pero al ver pasar tanta gente por debajo de esta cornisa, creo que llama la atención el descuido de las autoridades del municipio, del gobierno regional o a las instituciones que les corresponda injerencia.Sin embargo hay que salir un poco del discurso tradicional, el que nos indica que las autoridades no hacen nada al respecto, pero y que es lo que pasa con las personas que transitan por el lugar a caso no se dan cuenta de riesgo, o es acaso que no se sopesa el peligro. Es aquí donde se debe producir el quiebre al reconocer, plantearse y cuestionarse que es un peligro y cómo se debe actuar por ejemplo: puede ser denunciando, buscando apoyo, actuando ante la situación. Claro pero para llegar a esta síntesis debemos primero estar dispuesto a modificar las conductas y actitudes poco preventivas, pues podemos seguir varios meses o varios años sin darnos el trabajo de solucionar el supuesto problema, digo supuesto ya que para nuestra cultura el problema no es problema hasta que sucede, en este caso hasta que la cornisa caiga sobre alguien y nos acongojemos, nos lamentemos y finalmente nos recordemos cuan fácil era prevenir la situación sucedida.
Bueno ya han pasado dos meses, dice el dicho que el tiempo cura todo, ahora uno pasa por lugar y todavía están los escombros, pero ya nadie toma en cuenta una cornisa que está a medio colgar y cada vez que paso por el lugar veo que su inclinación cada vez es mayor, lo que significa que puede caer en cualquier momento, esto puede ser o no, ya que no está en mi expertice el medir los riesgos estructurales en construcciones.Pero al ver pasar tanta gente por debajo de esta cornisa, creo que llama la atención el descuido de las autoridades del municipio, del gobierno regional o a las instituciones que les corresponda injerencia.Sin embargo hay que salir un poco del discurso tradicional, el que nos indica que las autoridades no hacen nada al respecto, pero y que es lo que pasa con las personas que transitan por el lugar a caso no se dan cuenta de riesgo, o es acaso que no se sopesa el peligro. Es aquí donde se debe producir el quiebre al reconocer, plantearse y cuestionarse que es un peligro y cómo se debe actuar por ejemplo: puede ser denunciando, buscando apoyo, actuando ante la situación. Claro pero para llegar a esta síntesis debemos primero estar dispuesto a modificar las conductas y actitudes poco preventivas, pues podemos seguir varios meses o varios años sin darnos el trabajo de solucionar el supuesto problema, digo supuesto ya que para nuestra cultura el problema no es problema hasta que sucede, en este caso hasta que la cornisa caiga sobre alguien y nos acongojemos, nos lamentemos y finalmente nos recordemos cuan fácil era prevenir la situación sucedida.
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