jueves, 7 de mayo de 2009

De la ontología del lenguaje al lenguajear en el amor.


Comentario sobre la comentada entrevista a Fernando Floresen el canal de televisión CNN-Chileel día 6 de mayo de 2009"Pero te jodiste,(mirada a la cámara y vuelta al entrevistador) no te voy a dar entrevista por ti, por un año por puras preguntas geonas, te jodiste conmigo.(salud, sorbe un trago de café)" Senador Fernando Flores.

Cuando veo el nombre de Fernando Flores me recuerdo del concepto de conversaciones para la acción, que como tesis y posterior desarrollo fue realizado por Rafael Echeverría en la concepción de ontología del lenguaje, y que más o menos dice que somos seres en el lenguaje, que nos hace sociales.
además que no hay lugar fuera del lenguaje, en este caso el discurso no vale si el lenguaje no lo acompaña, hay que recordar que el lenguaje es acción, quien no recuerda "...usted señor Pinochet" (pero no vale sin el dedo acusador).
Es lo mismo a él su lenguaje corporal, lo traiciona o mejor dicho lo denuncia, y no es broma. Quizás el entrevistado puede ser su amigo y quizás le aguante eso y más, no lo sé. Pero no se puede excusar en dicha amistad para validar su accionar.
Pero quedó muy claro que quiso mostrar su posición y peso, pero olvidó que con el lenguaje actuamos, intervenimos; y tal vez fue un bonito discurso, pero una muy lamentable intervención.
Bueno igual espero que el señor Senador se aplique (exprese) mejor con el lenguajear, y que se acuerde el amor es la emoción que sostiene, es el fundamento de la recurrencia de encuentros en la aceptación del otro, he ahí la convivencia social. Así que lo de "...no era una broma", por favor basta con un "disculpe, me se fue...", o "ya lo dije ¿y qué?" hay tantas salidas mejores.
Pues nadie le dejará de reconocer sus méritos, sus obras y su obrar en su vida, pero me atrevo a decir que hay que pedir una postura coherente... o para que se entienda mejor una postura fuerte y clara.

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Memoria Intermitente

Variados vínculos que asocian a la memoria con la realidad de la historia personal, con la memoria colectiva.

El primer casillero de la memoria, viene de un juego sencillo que se llamaba Cosmic y que jugabamos en la sala de computación en un antro del sector D de la Ufro.

En donde se podía jugar, fumar, entre otras muchas cosas, era un lugar donde perderse de los estudios una isla entre los pasillos y las aulas en donde nos formamos.

Aquí pueden bajar este juego que pesa menos que un diskete, y en el cual la Patricia Chacón y muchos otros hacían competencia por dar vuelta el juego. Muchas horas pasaron y espero les guste.